Actualización de la persecución sobre Miguel Peralta
Miguel Ángel Peralta Betanzos es un indígena mazateco originario del municipio de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, ubicado en la Sierra Mazateca. Actualmente tiene 39 años, habla la lengua mazateca y también habla y entiende el español. Se ha dedicado al trabajo en el campo y a elaborar artesanías. Desde más joven participó en proyectos autogestivos en su pueblo, como en la radio comunitaria Nguixó y ha sido afín a las ideas libertarias.
En el año 2012, cuando se encontraba estudiando los últimos semestres de la licenciatura en Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en la CDMX, tuvo que darse de baja, ya que su padre, Pedro Peralta Carrillo, fue detenido y torturado por el entonces presidente municipal, Manuel Zepeda Cortés (2011-2013). Desde ese momento, luchó por conseguir la libertad de su padre y para que se hiciera justicia contra los funcionarios públicos que lo torturaron.
Ha sido integrante de la Asamblea Comunitaria de Eloxochitlán de Flores Magón, órgano de decisión política y representación social de la comunidad, que ha intentado defender su territorio, el respeto a su Sistema Normativo Interno, así como sus propias formas de elección y organización comunitaria y toma de decisiones. Desde al año 2010, Miguel Ángel ha denunciado públicamente los abusos de poder, la explotación de los recursos naturales, la represión y el hostigamiento que el ex presidente municipal Manuel Zepeda Cortés, su familia y grupo caciquil partidista, han cometido en su comunidad, especialmente en contra de integrantes de la Asamblea Comunitaria.
Esta lucha le ha llevado a ser perseguido y criminalizado de diversas formas, entre ellas, fue señalado junto con 34 integrantes más de la Asamblea de dos delitos, homicidio calificado y tentativa de homicidio, a raíz de un enfrentamiento que se vivió en su pueblo en diciembre de 2014 con el grupo caciquil de su comunidad. Por esta acusación jurídica, estuvo en prisión política por cuatro años seis meses (del 30 de abril de 2015 al 19 de octubre de 2019). Después de un proceso largo con múltiples irregularidades y violaciones a sus derechos, gracias a la organización, a la solidaridad y la defensa de sus abogados, se demostró que ambos delitos que le imputan son fabricados y que no existen pruebas que lo inculpen ya que los dichos de los testigos son falsos, contradictorios e incluso han sido desconocidos por ellos mismos.
Pese a la sentencia de libertad, la familia caciquil encabezada por Elisa Zepeda, quien ha tenido distintos cargos públicos en el gobierno municipal y estatal, además de ser parte de MORENA, apeló la resolución y fue nuevamente condenado en marzo de 2022, con una sentencia de 50 años de prisión. Por ello, su defensa presentó un amparo directo el cual fue resuelto el pasado mes de agosto, dejando claro que persiste la instrumentalización del aparato judicial con fines políticos y de persecución sobre Miguel, toda vez que la decisión del Colegiado fue reponer el procedimiento hasta una etapa previa a la sentencia, ordenando que se realicen careos entre los testigos de la parte acusadora y él.
Esta nueva resolución es una regresión que demuestra la farsa de acceso a la justicia, ”pronta y expedita”, ya que a casi nueve años de que inició el juicio, devuelven el proceso a una etapa que fue transitada hace por lo menos siete años, sin atender las múltiples violaciones que se han cometido. Persiste una simulación ya que el Juzgado de Huautla donde radica la causa penal y donde tendrían que desarrollarse los careos, es un juzgado desigual para las personas mazatecas de Eloxochitlán de Flores Magón, ya que responden a la influencia e intervención de Elisa Zepeda Lagunas. No existe autonomía en ese juzgado como ha sido demostrado hasta la fecha, por lo que es evidente la continua persecución política a través de las instituciones jurídicas sobre el compañero Miguel.
Por esas razones, Miguel nos ha convocado a continuar luchando por la libertad firme de los siete compañeros que siguen presos por el mismo conflicto que él y a exigir el alto a su persecución política, ya que a nueve años del proceso jurídico que ha tenido que enfrentar en prisión y luego exiliado de su comunidad, debido a la orden de aprehensión e inminente privación de su libertad, la criminalización por parte de la familia caciquil encabezada por la directora de la Secretaría de la Mujer de Oaxaca no cesa y la criminalización aumenta.
¡Que la furia no se apague hasta que todas y todos seamos libres! ¡Alto a la persecución política! ¡Les queremos en las calles! ¡Libres Ya!
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